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Faltaba un día para recibir a nuestros invitados y nos apresurábamos para preparar la decoración y establecer funciones. Las instrucciones iban de un lado para otro; unas se complementaban, otras se contradecían. De repente, entre todo el caos ¡algo surgió!, algo más que unos cuántos carteles y que los encargos o responsabilidades por alguna actividad; era un sentimiento, un espíritu indescifrable pero reconocible a primera vista.

 

Pastoral y Comunicaciones tenían algo entre manos; el evento no podía quedarse en meras exposiciones y juegos. No sólo se trataba de reforzar un compromiso heredado por generaciones como es la pastoral Bernardina, sino que además se revelaba ante la inmensa comunidad de La Salle, la semilla y los primeros pasos del naciente equipo periodístico del Instituto San Bernardo.

 

Los reporteros ensayando sus preguntas, los fotógrafos probando sus cámaras, los redactores observando con atención y los pastoralistas trabajando como hormiguitas creaban una especial armonía digna de admirar.

 

Ya las cámaras estaban encendidas, los micrófonos listos y las ganas puestas para las primeras grabaciones del noticiero “Notisanber” del año 2014.

 

Poco a poco, en cuestión de minutos, la plaza central se había aglomerado de jóvenes. Sus escarapelas indicaban su lugar de origen.

 

Instituto San Juan Bautista de Zipaquirá, Politécnico Álvaro González Santana de Sogamoso, Liceo Hermano Miguel e Instituto Juan Luis Londoño de Bogotá hacían parte de los invitados.

 

Del recuerdo de las muchas experiencias vividas (misiones, escuelas, convivencias y paseos) no se hicieron esperar los abrazos, lágrimas y la infinita alegría del reencuentro entre los amores reposados y las amistades eternas de los jóvenes que hoy se reunían en este espacio del ISB.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A pesar de clima tempestuoso que amenazaba con echar a perder esta gran reunión, todo salió como se tenía pactado aunque con unos ligeros cambios y como era de esperarse, cuando arreció la lluvia, toda esta masa de gente se propuso celebrar a la manera propia de La Salle, nada más y nada menos que con las famosas “técnicas de grupo”.

 

“Un animal particular”, “La casita”, “El fantasma Gasparín”, “El pato italiano” y otras más hicieron parte del listado de dinámicas que activarían el ánimo de todos los participantes, seguido de un pequeño e inesperado concierto vallenato.La tarde pasó entre música, baile, comida y charla; postergándose hasta llegada la noche cuando iba culminando la celebración. Los ánimos se calmaban y las despedidas infundían en los corazones un sentimiento de nostalgia. No se dejaban solo conocidos y amigos, sino hermanos de los que quedaría una huella indeleble, una imagen marcada por la incertidumbre sobre un nuevo encuentro.

 

La emisión resultó un gran éxito y aunque hubo algunas fallas, el equipo del noticiero realizó un increíble esfuerzo. Así mismo, el equipo pastoral, contento y exhausto, logró su cometido.

 

Más que rememorar ese pasado glorioso de la pastoral de Instituto San Bernardo, logró cumplir el gran desafío de actualizar y hacer sentir esa vibrante identidad lasallista, ese espíritu de fe y fraternidad, ese orgullo de ser Bernardino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(a)

Anonimatum

EQUIPO DE COMUNICACIONES DEL INSTITUTO

SAN BERNARDO DE LA SALLE

Página creada por Mateo Isaac Laguna Muñoz. (2014)

Director de medios del Equipo de Comunicaciones del Instuto San Bernardo de La Salle. Anonimatum.

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